jueves, 29 de abril de 2010

Bajo la lluvia

Era una tarde plagada de lluvia. Las cristalinas y bellas gotas de agua caían del cilo, estampándose en la acera con un suave "ploc" que se repetía sin cesar. Andaba observando como los demas petatones corrían intentando evitar mojarse (lo cual era inutil, porque la mayoría estaban completamente empapados). Otros, con paraguas, andaban con paso lento y firme, con la absoluta convicción de que el plástico les salvaría del desastre acuático. Eso a el no le importaba. Nunca evitaba mojarse, ni aunque estuviese cayendo un auténtico diluvio, pues se sentía uno con el agua, se reconfortaba sintiendo las frescas gotas de cristal cayendo sobre su pelo, o mojando su cuello. Llegó a la parada del autobús, metiéndose debajo de un escaparate de una tienda de electrodomésticos. Entonces comenzaron a venir a su mente una grán cantidad de pensamientos. Recordó mientras escurría su largo cabello cosas vividas de pequeño, algunas buenas, muchas malas. Recordó la esperanza robada, la infancia asesinada, la adolescencia destruida. Tantas cosas le fueron negadas... aunque muchas otras le fueron dadas. Gracias a esa adolescencia destruida, pudo encontrar buenos amig@s, que de otro modo quizás no hubiese encontrado. Gracias a la infancia asesinada, pudo aprender mejor como ayudar a los demás, una de las cosas que mas lo llenaban, uno de los motores de su existencia. Doloroso en ocasiones, pero gratificante de comprobar como su implicación ayudaba a los demás a salir adelante. Sintió en ese momento un retazo del orgullo que tanto rechazaba, un instante de confianza en uno mismo que lo invadió con rapidez, para despues marcharse. Recordó aquellas grandes citas que tanto le gustaban, todas aprendidas de personas cercanas. Citas como: "Cuando alguien mete el dedo en la llaga, solo los necios piensan que lo importante es el dedo", o como otra dicha por su amigo de Méjico. "La vida no es como un tren que puedas decir "pare usted, que yo me bajo aquí"". Recordó que a aquella frase el había añadido "Si que se puede, pero bajarse del tren es de cobardes, pues dejas a gente detrás de ti sufriendo, por tu egoísmo y tu culpa". Pero al mismo tiempo se preguntaba. ¿Quien soy yo para llamarles cobardes cuando he sentido impulsos yo tambien de bajarme?".

Parecía que la lluvia comenzaba a amainar, aunque parecía que aún tardaría un poco. Se dió la vuelta para ver los electrodomesticos que vendían. Vió su cara reflejada en el cristal, pero apartó la mirada rápidamente, no le gustaba verse reflejado.

- Necesito una pantalla de ordenador. - Se dijo a si mismo al ver enormes televisores al final de la tienda.

Recordó entonces aquello que anhelaba, aunque tampoco lo buscaba. Aquello que se le había negado, aquello que hizo cerrar su corazón, aquello que lo partió en dos.

- Días llevo recordándolo y no sirve absolutamente de nada. - Se dijo de nuevo, aunque sabía que lo que decía no era del todo verdad.

Alguien comenzaba a eliminar léntamente la sutura de su maltrecho pecho. Le asustaba mucho pensar en aquello. Era algo tan efímero, tan reciente, tan fugaz, pero que no obstante conseguía introducir poco a poco algo también perdido en su alma; La Esperanza.

Tímido, pero intenta esforzarse, solo que con avanza con mucha dificultad. Aunque comienza a sentir que, aunque esta vez tambien yerre, no perderá esa esperanza, pues no es poco el apoyo que le han dado, y todas las personas con las que ha hablado le han dicho lo mismo. No del mismo modo, pero en cierto sentido lo mismo, lo cual lo reconforta, pues el nunca ha cesado de intentar convencerse de la negación de eso que busca, aunque nunca pudo terminarlo de creer. La lluvia descendió poco a poco su caudal, hasta reducirse a unas cuantas gotas. Salió para contemplar las nubes, pero una gota de agua cayó en su ojo, causándole una breve molestia que le hizo mentar a la familia de algún ente imaginario. Despues de limpiarse el ojo con insistencia, pudo contemplar el cielo, abriéndose de nuevo, para dejar paso de nuevo al sol. Lo normal hubiese sido maldecir el día, pues prefería la lluvia, pero en aquel momento lo necesitaba. Con una sonrisa, continuó su camino, sin poder evitar imaginarse situaciones de todo tipo. Cómicas, tristes, románticas. Todas sus ilusiones se concentraron en aquel momento para hacerle soñar mientras caminaba a su típico paso ligero. Se preguntaba, como otras tantas veces, que estaría haciendo aquella persona en ese momento, aunque como siempre, no podía siquiera imaginárselo.

Y así continuó avanzando camino a su destino. Se dejó invadir por una vez por aquel orgullo del que tanto repudiaba poniendo la excusa de no gustarle el "echarse flores" a si mismo. Sabía que quizás tardaría, pero no importaba. Disfrutaría la vida de igual manera, pero sabía que llegaría tarde o temprano. Ademas recordaba con humor aquellas conversaciones con sus amig@s, que parecían tener mas ilusión de verlo junto a alguien que si mismo. No pudo evitar sonreir ni soltar una carcajada, eran unas conversaciones de lo mas cómicas, aunque sabía que lo hacían con la mas absoluta sinceridad.

Si la lluvia no lo detiene y el sol tampoco, ¿que tiene que temer?. "Nada", se dice a si mismo. Comprendió que despues de toda una vida capeando un temporal, la grán tormenta iniciada hacía 4 o 5 años ya comenzaba a disiparse. Y si ha podido sobrevivir a esa tormenta, podría sobrevivir a cualquiera, siempre tuvo la convicción de que nadie podría hacerle perder las ganas de vivir, por muy hundido que lo dejasen.

Sabía que nada lo hundiría, sabía que no estaba solo, sabía que aquel hueco se llenaría algún día, asi que no había que temer, no había de que preocuparse. Tenía fuerzas, apoyo, ilusiones y esperanza, los componentes para un éxito seguro. Y por una vez, de esas tan escasas, se sintió feliz de ser quien era, esperando un futuro que sin duda se avecinaba brillante.

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Sé que no es un texto de los comunes mios, que suelen estar cargados de menciones a la vida real y de un cierto humor rebuscado que solo los que me conocen pueden pillar, pero esto me ha servido de desahogo y bueno... a veces hay que desahogarse, y ademas sé que es algo paranoica, pero bueno... espero que guste y si no, pues que remedio, ya vendrán mejores xD

Cuidaos todos y que Dios os lo pague con muchos hij@s!!! (suponiendo que exista, claro xD)